Euroliga: Fenerbahce se corona campeón con Jasikevicius logrando su primer título como entrenador

El equipo turco se llevó una intensa final en Abu Dabi tras derrota al Mónaco francés, y un Olympiacos más entero acaba en tercer lugar derrotando al Panathinaikos.

No había una persona más feliz en el planeta basket que Sarunas Jasikevicius. Nicolo Melli lloraba, Devon Hall abrazaba a su técnico y Nigel Hayes-Davis resoplaba aliviado, y ganaba el MVP. Pero Saras, uno de los mejores entrenadores de Europa, era inmensamente feliz.
El lituano por fin lograba el título de la Euroliga como entrenador. Lo ganó cuatro veces como jugador, pero tras cinco presencias en la Final Four no había subido a lo más alto del podio. Ahora sí, Jasikevicius entra en un selecto club en el que sólo había tres inquilinos, Armenak Alachachan, Lolo Sainz y Svetislav Pesic, que son las personas que han logrado ganar el título como jugador y como entrenador.
Y es que el Fenerbahce, un equipo de autor como el Mónaco, jugó como quiso Jasikevicius. Ganó desde la defensa, aguantando el primer arreón de un Mónaco que salió más liberado de presión al partido pero que rápidamente cayó en la trampa defensiva turca.
En un partido de altísima tensión y muy intenso de principio a fin, y fabuloso en el tema táctico del baloncesto, el Fenerbahce acabó navegando mejor y por eso se llevó el título por segunda vez en su historia. Une esta a la de 2017 y reinará en Europa toda una temporada.

La salida de Mike James y Alpha Diallo fue extraordinaria y se notó en el 13-4 que fue la máxima de los monegascos y en el dominio del partido en el inicio. Pero el Fenerbahce rápidamente equilibró el partido, fue haciéndose con él, con pocas pérdidas, acierto en el tiro de tres (9/22), sobre todo en el segundo tiempo y la aparición de jugadores fundamentales.
Nicolo Melli, enorme Final Four la suya, como Devon Hall, crucial en la semifinal y también en la final defendiendo a James. Pero sobre todo Nigel Hayes-Davis (23 puntos), en defensa, en ataque, en el rebote y en el liderazgo del partido. Y Marko Guduric, 19 puntos, y un triple final para sellar el triunfo del equipo que probablemente mejor baloncesto ha hecho durante toda la temporada.
Los dioses del baloncesto quisieron premiar al Fenerbahce con esta segunda Euroliga a jugadores como Melli, Hayes-Davis o Wilbekin. Pero sobre todo a un Jasikevicius que entra en el Olimpo por la puerta grande. Y ya tiene su Euroliga.
70 – Mónaco (20+13+18+19): Strazel (13), James (17), Blossomgame (5), Diallo (19), Theis (12) -cinco inicial-, Loyd (3), Calathes (-), Jaiteh (1), Okobo (-).
81 – Fenerbahce (18+17+19+27): Hall (13), Guduric (19), Hayes-Davis (23), Colson (-), Birch (2) -equipo inicial-, Baldwin IV (13), Melli (5), Biberovic (3), McCollum (3), Sanli (-), Pierre (-).

En tanto terminó el paso de los equipos griegos en la Euroliga. El Olympiacos se impuso (97-93) a su máximo rival, el Panathinaikos, en la pugna por el tercer y cuarto puesto de la Final a Cuatro de la Euroliga que se disputa en Abu Dabi tras un choque que solo los de Georgios Bartzokas, campeones de la fase regular, parecieron querer ganar desde el inicio.
La que muchos veían como una final anticipada acabó siendo, sin nada en juego después de los tropiezos contra el Mónaco y el Fenerbahce, un partido con escasa intensidad; sobre todo teniendo en cuenta que ninguno estaba dispuesto a enseñar más de la necesario ante la cercanía de la serie por el título liguero en Grecia en la que ambos también estarán presentes.
Se lo tomó, eso sí, algo más en serio el Olympiacos, especialmente Alec Peters y Sasha Vezenkov. De los treinta y tres puntos anotados por los suyos en el cuarto de salida el americano, poco protagonista en semifinales, convirtió trece. Y el internacional búlgaro, deseoso de reivindicarse tras no ejercer como la estrella que es ante el Mónaco, doce (33-20, m.10).
Mientras el Panathinaikos se dejaba ir, fallando todo desde el perímetro y sumando de dos en dos ante una defensa que no estaba dispuesta a apretar en exceso. Al final, casi sin querer y fruto de un gran arranque del segundo acto que se tradujo en parcial de 3-12, los de Ergin Ataman lograron situarse a cuatro.
Sin embargo ahí se frenó su inercia ascendente, al recibir una respuesta tan contundente como la que ellos habían dado, un 13-2 favorable a los de rojo que acabó reflejando su superioridad durante la primera parte, especialmente gracias a la aportación de un Peters muy inspirado y a las ganas de Moses Wright ese tramo previo al paso por vestuarios (57-46, m.20).

La historia del segundo acto se repitió en el tercero, pues el Panathinaikos volvió a apretar por momentos y fantaseó con competir por la ‘medalla de chocolate’. Pero cuando eso sucedió, volvió a poner tierra de por medio su rival, acelerando con cinco puntos sin réplica de Vezenkov justo antes de llegar a la media hora (75-64, m.30).
La estrella parisina dejó claro que se tomará el tiempo necesario para tomar la mejor decisión de cara a la próxima temporada
Ya no hubo más capacidad de respuesta del que dejará de ser vigente campeón de Europa en unas horas. Eso permitió al Olympiacos cerrar un triunfo honroso con más solvencia de la que reflejó el marcador maquillado casi al desenlace con un 0-10 que igualó las cosas. Pero eso no borra la sensación de desconsuelo y fracaso que, teniendo en cuenta sus diferencias históricas, es lo único que ha unido en esta campaña continental a los dos conjuntos griegos.
97 – Olympiacos (33+24+18+22): Walkup (-), Fournier (5), Peters (32), Vezenkov (23), Fall (5) -equipo inicial-, Wright (19), Larentzakis (5), Vildoza (-), Lee (8).
93 – Panathiaikos (20+26+18+29): Kalaitzakis (7), Brown (2), Nunn (9), Mitoglou (8), Yurtseven (23) -cinco inicial-, Osman (14), Samodurov (8), Grant (8), Pleiss (2), Lessort (12).

