Roland Garros: Aryna Sabalenka termina con el reinado de Iga Swiatek en Paris

La bielorrusa rompe la hegemonía polaca a base de autoridad y un sinfín de golpes ganadores para reafirmarse como la gran favorita y enfrentará a Cocvo Gauff que termino con el sueño de la local Lois Boisson

En una de las sorpresas más resonantes del torneo, la bielorrusa Aryna Sabalenka (1° WTA) derrotó a la tetracampeona de Roland-Garros, Iga Swiatek, por 7-6(1), 4-6 y un implacable 6-0 en 2 horas y 19 minutos de batalla sobre la tierra batida de la Philippe-Chatrier.

Con este triunfo, Sabalenka rompe una histórica racha de 26 partidos invicta de Swiatek en Roland-Garros y la deja fuera de la final por primera vez desde 2021. El contundente “rosco” (6-0) en el tercer set confirmó un cambio de era en la arcilla parisina.

Sabalenka, de 27 años, accede por primera vez a la final del Grand Slam francés, tras haber sido semifinalista en 2023. Este sábado buscará el título ante la estadounidense Coco Gauff vencedora de la francesa Loïs Boisson, con la ambición de sumar su cuarta corona de Grand Slam tras ganar el Australian Open (2023, 2024) y el US Open (2024).

Aunque el partido comenzó parejo y tenso, con 11 quiebres de servicio en los primeros 14 juegos, Sabalenka mostró su jerarquía en los momentos clave: se adueñó del tiebreak con autoridad y, luego de ceder el segundo set, desató todo su poderío en el tercero.

«Estoy muy contenta por la victoria de hoy y por haber ganado a Swiatek en Roland Garros. Es algo increíble y algo de lo que estoy superorgullosa, y sí, feliz de superar este difícil partido».

«Cuando estoy fina, arraso», ha dicho más de una vez Sabalenka. Y esta vez lo demostró. Golpes demoledores, actitud dominante y una confianza inquebrantable la guiaron hacia una victoria que simboliza el relevo en la cima del tenis femenino.

La derrota de Swiatek no solo significa el final de su dominio en París, sino también una temporada sin títulos. A sus 24 años, la polaca parece lejos de la solidez que la llevó a conquistar Roland-Garros en 2020, 2022, 2023 y 2024.

Ni siquiera el recuerdo de Rafa Nadal, cuyo nombre brilla en una placa junto a la Chatrier, le dio fuerzas esta vez. Swiatek, actual Nº5 mundial, fue superada mental y físicamente por una rival que hoy no tiene techo.

«Fue un gran duelo, y se sintió como una final, pero sé que el trabajo aún no está hecho, y tengo que salir ahí el sábado, y tengo que luchar, y tengo que traer mi mejor tenis, y tengo que trabajar por ese título, especialmente si va a ser Coco. Sí, estoy preparada. Estoy lista para salir, y estoy lista para luchar. Y estoy lista para hacer todo lo que sea necesario para conseguir el título» señalo Sabalenka tras el partido.

En tanto todo tiene un principio y un final y el sueño de Lois Boisson en Roland Garros terminó por culpa de una Coco Gauff que jugó un partido muy completo. La francesa se volvió a apoyar en la grada de la Philippe Chatrier para extender su histórica participación en París, pero la estadounidense no se dejó intimidar ni por la grada ni por la historia de superación de la tenista francesa.

La número dos del mundo salió con un objetivo muy claro: entrar en su segunda final en Roland Garros. Y lo consiguió tras dominar de principio a fin a la esperanza francesa por 6-1, 6-2, tras una hora y 10 minutos. Acabó la participación de Boisson, que quedará siempre en el recuerdo y se mantiene el objetivo de Gauff de levantar su segundo Grand Slam. Y, casualidad o no, lo intentará contra la misma tenista con la que levantó su primer grande, la número uno del mundo, Aryna Sabalenka.

Salía Coco Gauff a la Philippe Chatrier con auriculares puestos. Es algo recurrente en ella, pero también fue un claro aviso: ‘podéis animar todo lo que querías a vuestra jugadora, que yo estoy en mi mundo y no me vais a perturbar’. Y este pensamiento se trasladó rápidamente a la pista. Por mucho que delante tuviera a la gran relevación del torneo, a la nueva esperanza francesa, la americana no se dejaba intimidar y rompía en el primer juego del partido.

Ni se inmutaba la de Atlanta, consciente de que los partidos de Boisson son auténticas montañas rusas y que la francesa, resiliente, se agarra a la pista y con el calor de la grada va comiendo poco a poco la moral de sus rivales. Así lo hizo con Jessica Pegula (número tres del mundo) y con Mirra Andreeva (número seis), pero Gauff tenía aprendida la lección y rompía por segunda vez para ponerse 4-0.

Aun así, la francesa volvió a demostrar que si estaba en las semifinales de todo un Roland Garros no era mera casualidad. Entraba en calor y su derecha, esa que tiene más efecto que la medía del top 50 del circuito femenino y masculino, empezaba a carburar. Pero a la estadounidense, muy concentrada en lo suyo, solo le hacía cosquillas y ni el apoyo constante de las gradas francesas fueron un obstáculo para hacerse con el primer set por 6-1 en 37 minutos.

No tiraba la toalla la Boisson, sabedora que quizás nunca tendrá una oportunidad igual en su carrera. Disponía de una bola de break para ponerse por delante en la segunda manga y empezar de nuevo su enredo. Pero Gauff se sabía el truco, defendía el saque y para evitar cualquier tipo de rebelión, rompía el servicio de la gala.

La francesa estaba ya en los estertores, pero si se iba, se iba a ir matando, así que recuperó el break para dar su último regalo a una afición entregada. Aceptó rápidamente su propio desliz Gauff, mantuvo la concentración y en vez de llegar las dudas, apareció la determinación de una campeona.

Rompía otra ver el servicio de Boisson que veía como su increíble historia en Roland Garros empezaba a llegar a su fin. No bajaba el ritmo Gauff y al fin, después de una hora y 10 minutos, sacaba su primer grito, el de la victoria (6-1, 6-2). La número dos del mundo terminó con el sueño de todo el tenis francés y apunta a su próxima y última víctima: Aryna Sabalenka.