US Open: Aryna Sabalenka vuelve a ser la reina y conquista su 4° Grand Slam

La bielorrusa sumó su primer Grand Slam del año en una temporada donde jugó tres finales tras vencer en la final a la local Amanda Anisimova por 6-3 y 7-6(3) para ser bicampeona.

En la jornada de hoy sábado, la bielorrusa Aryna Sabalenka se consagró campeona del cuadro femenino del US Open, tras vencer con mucha autoridad a la estadounidense Amanda Anisimova, en sets corridos por 6-3 y 7-6(3).
La bielorrusa impuso su potencia y consistencia para superar a su rival con autoridad, cerrando un torneo impecable en el que apenas cedió un set y consolidando su estatus en la élite del tenis femenino.
El inicio del partido iba a tener idas y vueltas. Tanto Sabalenka como Anisimova iban a mostrar dudas, producto de los nervios. La bielorrusa superior en el inicio, tomando un rápido quiebre de saque en el segundo juego.
Si bien Anisimova se mostraba combativa, pegando con mucha fuerza en su revés paralelo, encontrando igualdad por 2-2, finalmente la bielorrusa sacaria distancia en el momento justo.
Tras un show de quiebres de servicio, llegando al 3-3, Sabalenka encontró su saque y pudo doblegar el servicio de la local, para ponerse 5-3. Finalmente, con su saque, Sabalenka terminó cerrando el set por 6-3 y se ponía por delante.

Tras quedarse con el primer set, Sabalenka parecía más decidida a quedarse con el partido, al menos desde el inicio del segundo set. La bielorrusa aprovechaba las falencias en el saque de Anisimova y tomaba un quiebre para ponerse 3-1 arriba.
Sin embargo, Anisimova esperaba ser mucho más agresiva e iba a tomar la igualdad en el momento justo. Sabalenka empezó a fallar mucho con el saque y cometió errores desde el fondo, lo que permitió que la local vuelva a la igualdad, pero no por mucho.
Tras quedarse con la igualdad, Sabalenka volvió a apretar y tomó un nuevo quiebre para ponerse 4-3 arriba. Esta vez, Sabalenka parecía no fallar a la hora de llevarse la ventaja y pudo sostener su saque para ponerse 5-3.
Anisimova siguió luchando, sosteniendo su saque y poniendo contra las cuerdas a Sabalenka, que con algunos errores, dejó escapar la ventaja. La paridad del segundo set se extendió hasta llegar al tie break, igualando en el 6-6.
En el desempate, Sabalenka fue claramente superior, siendo agresiva desde el fondo de la cancha ante una Anisimova que se vino abajo. La estadounidense dejó escapar rápidamente el marcador y Sabalenka se puso 6-1 arriba en un suspiro.

La local iba a recuperar dos puntos para campeonato con su saque, pero finalmente la bielorrusa cerró la historia con su saque. Finalmente, Sabalenka cerró la victoria por 6-3 y 7-6(3) para ser la campeona.
La consagración de Aryna estuvo acompañada de hitos que refuerzan su lugar en la historia del tenis. Y es que la tenista bielorrusa logró un hecho que no se veía desde hace 11 años con Serena Williams, mientras que logró otro dato que la iguala con Naomi Osaka y Kim Clijsters.
Al conquistar por segundo año consecutivo el título del US Open, Sabalenka en la primera jugadora que logra defender la corona en Nueva York desde Serena Williams en 2013 y 2014. La bielorrusa ratificó su poderío en el cemento de Flushing Meadows y consolidó su estatus como una de las grandes referentes de la actualidad en el tenis femenino.
El triunfo le permitió alcanzar un registro bastante curioso: Sabalenka es apenas la tercera jugadora en la Era Abierta que gana sus primeros cuatro títulos de Grand Slam sobre pista dura, emulando lo conseguido por Naomi Osaka y Kim Clijsters.
Un dato que confirma su condición de especialista en esta superficie, donde ha construido gran parte de su legado. Además, la final tuvo un valor simbólico especial. Con su victoria, Sabalenka llegó a 100 triunfos en partidos de Grand Slam, convirtiéndose en la segunda tenista en alcanzar esa cifra en una final de “major”.
La primera en lograrlo había sido Iga Swiatek, quien consiguió la marca en Wimbledon este mismo año, lo que añade un matiz de prestigio a la gesta de la bielorrusa. La temporada 2025 ha sido especialmente destacada para la actual número uno del mundo, que llegó a las finales del Abierto de Australia y Roland Garros, mientras que en Wimbledon arribó a las semifinales. Mientras que conquistó los trofeos de los WTA 1000 de Miami y Madrid.

Pese a la derrota, el torneo también fue histórico para Anisimova, quien firmó su mejor actuación en el Grand Slam de casa y dejó señales claras de su regreso a la élite del tenis femenino.
«Fue un ambiente increíble, intenté disfrutarlo al máximo, especialmente en el segundo set, cuando empecé a remontar, me apoyaron muchísimo, y eso me ayudó mucho a mantenerme en el partido. He estado muy motivada y quería dar lo mejor de mí en la final. Espero poder seguir trabajando duro para tener más oportunidades de llegar a más finales».
«Sentí que no estaba jugando mi mejor tenis durante todo el partido. No sé. Siento que con las finales me pongo muy nerviosa, y es algo en lo que estoy intentando trabajar, pero ojalá hubiera jugado más agresiva. Ella estaba jugando increíble, hacía todo bien, así que me lo puso muy difícil hoy. Esa es la realidad, y tengo que aceptarla. Siento que si hubiera luchado más, quizás me habría dado más oportunidades, pero hoy estuve un poco en segundo plano».

Minutos después de levantar el trofeo ante todos los focos en la Arthur Ashe, Sabalenka pasó por rueda de prensa para valorar su gran triunfo, premio a una temporada en la que no ha dejado de mejorar. Aryna reveló las lecciones aprendidas que le llevaron a la final de Nueva York.
«Recibí lecciones muy duras a principios de temporada. Perdí un par de finales del Grand Slam, y ganar esta significa mucho para defender el título. Después del Open de Australia, pensé que lo correcto sería olvidarlo y seguir adelante, pero luego me pasó lo mismo en Roland Garros. Después de Roland Garros pensé que quizá era hora de reflexionar sobre esas finales y aprender algo, porque no quería que se repitiera una y otra vez.
Estaba en Mykonos, leyendo mi libro, disfrutando de las vistas, y me preguntaba: ‘¿Por qué dejé que mis emociones me dominaran en esas dos finales?’. Pensaba que si llegaba a la final, significaba que iba a ganarla, y no esperaba que las jugadores salieran a luchar. Pensaba que todo me saldría bien, lo cual era una mentalidad completamente errónea».
«Al llegar a esta final, decidí controlar mis emociones. No iba a dejar que me dominaran, pasase lo que pasase en el partido. Si me rompía el servicio o si jugaba un tenis increíble. Mi mentalidad era simplemente salir a la pista y luchar por cada punto, daba igual la situación. Solo tenía que centrarme en mí misma y en lo que tenía que hacer para ganar el partido. He aprendido la lección, y espero que no vuelva a ocurrir si voy a jugar otra final, así tendré más control».
