Mundial de Clubes: Victorias de Palmeiras y el Inter de Miami

Los brasileros superaron 2.-0 al Al Ahly, en tanto con un golazo de Lionel Messi y gran remontada los locales vencieron 2-1 al Porto, ambos duelos por el Grupo A.

Palmeiras dio un puñetazo en la mesa en su partido contra Al Ahly, marcó los dos primeros goles del grupo y, con cuatro puntos, está cerca de asegurar su presencia en los octavos de final del campeonato. Ya contra el Porto habían dado los brasileños buenas sensaciones y en este segundo encuentro han demostrado que tienen una propuesta atractiva y ambiciosa.
El partido comenzó con otro guion, con los egipcios atacando y dominando el balón, pero sin mucho peligro para la portería brasileña. El Palmeiras tardó en desperezarse, pero terminó encontrando el balón, imponiendo su ritmo. Primero, sin grandes ocasiones, era nada más una cuestión territorial, el equipo de São Paulo no sufría, iba dominando.
Esa superioridad estuvo a punto de verse truncada poco antes del entretiempo. Una entrada dura de Veiga llevo a Anthony Taylor a mostrarle la tarjeta roja, pero le llamó el VAR para que reconsiderase su decisión y así lo hizo. La pierna, dijo el árbitro, no iba a altura suficiente para expulsarle. Palmeiras mantuvo los 11 en el campo.
Cuando llegó el descanso el comentario tenía que ver con la ausencia de goles. Ya en la primera jornada el Grupo A no tuvo un solo tanto, así que eran 45 minutos más de desierto, como si hubiese una maldición impuesta. Es cierto también que no se habían visto ocasiones como para pensar que el marcador tuviese que haberse movido.

Abel Ferreira, descontento, movió la alineación en el descanso. Quito a Veiga, con amarilla y algo revolucionado, y dio paso a Mauricio para calmar un poco el juego. También decidió. un cambio de atacante que era también un cambio de filosofía. Se marchaba Vitor Roque, pequeño y rápido, y entraba el Flaco López, algo más grande, una referencia más clara.
Funcionó, el equipo dio un paso más y en pocos minutos una falta lanzada desde la banda provocó una confusión entre los jugadores de Al Ahly y Abou Ali, a estrella del equipo egipcio, le dio con la cabeza y en dirección a su portería para romper la maldición del grupo y poner el partido en contra de su equipo.
Era un partido nuevo, los egipcios, muy ordenados, tenían que dar un paso adelante, dejar espacios atrás y soltarse en ataque. Eso en el fútbol, ya se sabe, tiene sus peligros, y el Palmeiras no tardó en explotarlos. Mauricio encontró al Flaco y este definió a la perfección delante de El Shenawy. Dos goles de ventaja, parecía ya el final.
Quedaba algo más de agitación. Las autoridades avisaron de que una tormenta se avecinaba y el protocolo impuso que los jugadores se marchasen a los vestuarios. La pausa, obligada, fue la más corta de este campeonato, pero suficiente como para alargar el partido.
No pasó mucho más, Palmeiras dominó al regreso de vestuarios y venció 2-0. No todo fueron buenas noticias pues Anibal Moreno se retiró lesionado. No obstante, los brasileños salieron del encuentro más vivos que nunca. Jugador del partido fue Estevao Willian de Palmeiras.

En tanto cuando Leo Messi juega se para el mundo. Ya no tiene la exhuberacia física de antaño y es imposible imaginarle recrear su mítico gol contra el Getafe, sorteando rivales desde el centro del campo. Sin embargo, el 10 argentino mantiene intacta la magia de su bota izquierda. Así lo probó una vez más en la victoria del Inter Miami sobre el Porto por 2-1 en la segunda jornada del Grupo A en el Mundial de Clubes FIFA 2025.
Fue un partido de ritmo lento y pesado. Un guión que, a estas alturas de la película, parece escrito para Messi. Desde el inicio, la estrella del Inter se sintió protagonista y reclamó el balón. Ya adaptado a la vida en Estados Unidos, primero ejerció de quarterback. Repartió pases de touchdown aquí y allá, casi siempre con Luis Suárez como socio prioritario. Sin embargo el uruguayo no mostró el colmillo que una vez le hizo uno de los mejores 9 del mundo un día. Quizá por ello, Messi pasó a la acción.
En el minuto 53, Messi agarró el balón para botar una falta al borde del área en una distancia idónea para él. El 10 marcó su gol de falta número 68 con una parábola imposible para Claudio Ramos. Fue el 1-2 que dio la vuelta al partido y culminó la remontada, ya que antes había comenzado adelantándose el Porto en el marcador.
Fue en el minuto 7, después de que Noah Allen cometiese un penalti infantil tras derribar a Joao Mario dentro del área. El árbitro Cristián Garay fue reclamado por el VAR y señaló penalti. Samu Aghehowa, todo un especialista en la materia, no falló desde los 11 metros. Aunque Óscar Ustari adivinó la trayectoria y tocó el balón, no pudo evitar que este besase la red. El internacional español suma seis goles en seis penaltis lanzados con la camiseta del Porto.

No es que el Porto se durmiese tras el gol, pero sí que quizá se confió en exceso. Es cierto que creó oportunidades claras, sobre todo en la primera parte. Priemero con Rodrigo Mora en el 38’, quien se revolvió dentro del área, dejó en el suelo a Sergio Busquets y su disparo fue detenido sobre la línea de gol por Maximiliano Falcón. Después con Samu en el 42’, quien arrancó desde el centro del campo en una exhibición de potencia sobrehumana. Consiguió llegar al área y tirar, aunque su disparo fue atajado por Ustari. Y finalmente, un minuto más tarde, mediante Alan Varela, quien impactó en la madera con un fuerte chut desde fuera del área.
El Inter Miami regresó mucho más agresivo tras el paso por los vestuarios. No así el Porto, que al que le costó entrar en el partido. Lo aprovecharon los de Florida en el 46′ para igualar el encuentro. Marcelo Weigandt llegó a línea de fondo y dio un pase atrás. La zaga de los Dragones se durmió en el despeje y Telasco Segovia, llegando con fuerza desde atrás, golpeó con violencia mandando el balón al fondo de la red.
Después del gol de Messi de falta directa, el Porto trató de reaccionar. Generó algunas ocasiones de gol, aunque fue incapaz de materializar ninguna. Quizá la más clara llegó de manos de Frey, quien recibió en segunda línea después de que Samu dejase pasar el esférico. Se quedó solo ante Ustari, aunque controló mal. Algo que aprovechó el portero argentino para desbaratar la acción de peligro. Los minutos pasaron y el asedio del Porto no fue tal. De hecho el partido murió en su área, con el Inter volcado sobre la portería de Ramos. El Inter Miami aguantó y sumó tres puntos muy importantes para estar en los octavos de final. El jugador del partido fue Leo Messi del Inter de Miami.


