NBA: Oklahoma es el nuevo campeón tras vencer en casa a Indiana

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Los Thunder aprovecharon la lesión en el primer cuarto de Haliburton para ganar por 103 a 91 a los Pacer e imponerse 4-3 en la gran final.

Si nos vamos 4 años atrás, encontramos a un Oklahoma City Thunder que se ubicaba entre los peores equipos de la liga. Un récord de solo 22 victorias y 50 derrotas mostraba a un equipo que tenía que arrancar de 0 y trabajar mucho. Bueno, eso se hizo a la perfección.

De la mano de Sam Presti y bajo la dirección técnica de Daigneault, olvidaron la época dorada de la franquicia y empezaron a moldear un proyecto que hoy se consagró con la victoria en el Juego 7 de las Finales ante Indiana Pacers por 103 a 91.

Estas Finales tuvieron una clara figura: Shai Gilgeous-Alexander. El gran MVP de la temporada regular también conquistó el de las Finales y hoy firmó 29 puntos y 12 asistencias. Jalen Williams fue otro de gran actuación con 21 unidades. Nombres como Caruso, Holmgren, Hartenstein y Dort son piezas claves para explicar esta conquista.

En Indiana, que luchó sin Haliburton por una durísima lesión en el primer cuarto, apareció McConnell (16 puntos), con mucho corazón, Mathurin (20) y Siakam (16), que fue apaciguado en el segundo tiempo. Muy valorable lo de unos Pacers que, contra todo pronóstico, quedaron a las puertas de su primer anillo.

Indiana arrancó mejor, luchando de la mano de Nembhard y mostrando su amplio arsenal goleador de la mano de Siakam, Haliburton y Nembhard. En OKC tardó 6 minutos en aparecer el primer triple, cortesía de Caruso. Por el contrario, en Indiana arrancaron con un 4 de 6 desde el perímetro, mucha puntería para el elenco de Carlisle. Caruso impulsó la ofensiva del Thunder en el primer cuarto, el desarrollo venía parejo hasta que hubo un momento bisagra.

Tyrese Haliburton debía arrancar rápido hacia el aro, apremiado por el reloj de 23. Trató de arrancar con su pierna derecha y no pudo salir. Terminó en el piso con lágrimas en sus ojos. TJ McConnell debió jugar de doble base con Nembhard, que había tomado los hilos y le había dado la escolta a Haliburton, que había metido 3 triples en el ratito en que jugó.

Indiana jugó a atraparlo a Shai, cargándolo de defensores y castigando de la mano de sus tiradores. Mucho corazón metieron los Pacers luego de la salida de Hali. Siakam fue el pilar ofensivo de Carlisle en el primer tiempo y SGA de Daigneault. Terminó 48 a 47 el segundo periodo.

Al arranque del complemento, Lu Dort metió una terrible “pizza” y le dio una inyección anímica a un conjunto que no venía fino desde los triples. Llegó un step back de Shai y puntos consecutivos de Williams y Holmgren para sacar 9 (65-56). TJ McConnell se hizo cargo de unos Pacers que seguían sin querer darse por vencidos y metió 10 puntos al hilo para su equipo.

El tercer cuarto fue un recital defensivo de Oklahoma, que no dejó en paz a Siakam y se lo comió. Gilgeous-Alexander siguió trabajando y fue Wallace el que rompió el partido luego de la mencionada carrera de TJ. Las pérdidas no pararon de aparecer en los Pacers, Carlisle se la agarró con los árbitros y el Thunder terminó el tercer periodo arriba por 81 a 68.

El último periodo lo siguió teniendo muy sólido a Oklahoma City, que ya empezaba a olfatear el anillo y obligaba a Carlisle a pedir tiempos muertos. Sacó 21 de diferencia y tenía a un Shai que asistía, metía y no la perdía, a una defensa que robaba la pelota y convertía (así no ocurría lo del Juego 1), y unos trabajadores que cargaban los rebotes como si fueran los últimos. Nunca se encendieron algunas piezas clave de Indiana, como Mathurin, Toppin, Nesmith y Turner.

Oklahoma City se apagó y, cuando nadie lo esperaba (bueno, un poco sí porque se trata de los Pacers), Indiana empezó a recortar ventaja, presionando toda la cancha, aprovechando buenas acciones de Mathurin y poniéndose a 12 de su rival (91-79). El juego pasó demasiado por Shai en ese tramo del partido, OKC dejó de mover el balón y, como les costaba pasar mitad de cancha, tenían poco tiempo para tomar buenos tiros.

Finalmente, Indiana solo llegó a ponerse a 10 y Oklahoma City, desde la línea de tiros libres, terminó de cerrar el campeonato. Una franquicia joven, con jugadores jóvenes, que pudo armar un gran proyecto y coronarse como el mejor de la NBA. ¡Salud, campeón!